Que pasó con la señora Tere?
¿Qué pasó con la señora Tere?
La señora Tere fue la señora del aseo que nos ayudó en nuestra primera casa. Cuando pensábamos mudarnos a Canadá, le dimos las gracias por su trabajo. Sin embargo, al final no nos fuimos del país y rentamos otra casa muy cerca de la anterior. Al establecernos ahí, volvimos a contactarla y regresó a trabajar con nosotros. Hasta ahí todo bien —les contaré el resto por partes para no confundirlos.
En esa casa había una construcción independiente dentro del mismo terreno, como una casita más pequeña. Ahí monté mi oficina para trabajar en mi marca de maquillaje. Comencé a contratar personal para los envíos, y aunque la señora Tere siempre fue una persona noble, también era algo complicada. No se llevaba bien con el nuevo equipo: decía que eran sucios y que ella no pensaba limpiarles nada.
Con el tiempo, como el negocio creció, contraté a más personas y decidí mudar la oficina a otro lugar fuera de casa, ya que no quería tanto movimiento dentro de mi hogar. En esa nueva oficina también necesitábamos a alguien que hiciera la limpieza, así que le pedimos a la señora Tere que se hiciera cargo… pero no le gustaba nada esa idea. Por eso contraté a otra señora: Mamalau, mamá de Karen. Ella se encargaba tanto de la limpieza como de preparar la comida para mí, ya que pasaba todo el día ahí trabajando y no tenía tiempo de cocinar.
Se me ocurrió entonces LA GRANDIOSA idea que: ya que Mamalau me preparaba la comida, pensé que podía hacerlo también para el resto del equipo, siempre y cuando todos cooperaran con el costo por cada uno de lo que correspondía. Las cuentas eran dependiendo de lo que le pedíamos a mamalau para comer, Lo reconozco ahora… fue una mala decisión.
Después, el contrato de esa oficina terminó repentinamente porque tuvimos problemas con los arrendadores: eran muy groseros. Así que regresamos a trabajar a la oficina que estaba dentro de mi casa (la casita del mismo terreno que rentábamos).
En ese momento, también se dio una situación legal: Fede demandó a Manesuko, y mi hermano ayudó a resolver el tema llegando a un acuerdo con Fede. Luego se fue “la de pelo azul”. Volvimos a comer todos en la terraza de mi casa.
Con el regreso a casa, ahora teníamos a dos señoras del aseo: Tere y Mamalau. Como las quería a ambas, no quise despedir a ninguna. Pero… se imaginarán cómo fue tener a dos señoras dentro de una misma casa, cada una queriendo imponer su estilo. Empezaron a chocar. A pesar de que tratamos de dividir las tareas, la convivencia se volvió complicada.
La señora Tere tenía actitudes raras. Me empezaron a llegar comentarios de cosas que decía y hacía como: que gastába mucho jabón y decía en fin que son ricos. También hacía diferencias entre los empleados y nosotros: les daba vasos de plástico a ellos y guardaba los de vidrio “para los jefes”., Se quejaba de que mis perritas comían en platos, Me contaron que le pellizcaba las orejas a Shaly, y que Torta le tenía miedo a las escobas por algo.
Todo esto terminó cuando, en una etapa en la que caí en depresión y dejé de trabajar por un tiempo, al faltar el dinero Manesuko decidió despedir a la señora Tere por WhatsApp. Cuando me enteré, me enojé muchísimo. Le dije: “¿¡Cómo pudiste despedirla sin decirme nada!?”. No tuve ni tiempo de agradecerle o despedirme en persona. Así que le escribí a escondidas, explicándole que estábamos pasando por problemas, y que intentaría resolverlo. Ella me respondió que entendía.
Intenté convencer a Manesuko de que la reincorporáramos, pero no quiso. Entonces le exigí que al menos le pagáramos lo justo por ley. Él alegaba que, al ser del área de limpieza, no le correspondía nada. Le respondí con coraje: “¡Lleva años con nosotros! ¡Es de confianza! ¡Nos lavó los calzones, comió en nuestra mesa! ¡No puedes simplemente correrla y ya!”. Al final, logré que mi hermano sacara la cuenta y convencí al Kakas de que se le diera lo que le correspondía.
Después de todo eso, algunas personas me contaron que Tere no era tan buena como parecía, que era “bien canija”. Lo lamentable es que cometí el error de creerlo y lo mencioné en un live. Aunque reconozco que sí tenía malos modos.
Me escribió cuando el kakas le depositó, y me pregunto que si ya no regresaría, estaba triste, yo vi el mensaje pero no tengo activados los leídos así que lo elimino rápido y pensó que yo no lo leí quizá…
La señora Tere se fue definitivamente… y aunque fue fuerte, también fue un alivio. El ambiente en casa ya era muy tenso.
Todos queríamos mucho a Mamalau, pero la señora Tere le tenía un poco de envidia. Me contaron incluso que se quedaba escuchando detrás de la puerta cada vez que el Manesuko y yo discutíamos.
Pero lo que realmente me hizo enfurecer fue lo de Shaly. La coagulosa me dijo que a Shaly le habían pellizcado las orejas por ser “muy traviesa”. Ahí exploté. No lo pude callar, así que lo conté en un live.
Y después… todo estalló. La casa ya traía demasiados problemas, terminamos y me regresé a casa de mis papás, aunque yo todavía hablaba con el Kakas. Mientras tanto, en redes nos estaban funando. Nadie entendía lo que había pasado. Yo lloraba en los lives.
Entonces, la coagulosa le mandó el video del live a la señora Tere. Y ella respondió, ya sea en llamada o en audio, diciendo que todo lo que pasaba en esa casa era actuado. Yo estaba furiosa. Porque sabía que la coagulosa formó parte.
¿Y cómo supe que fue ella? Porque la coagulosa y la señora Tere se escribían por WhatsApp. Ella misma me enseñaba sus conversaciones, ella era la única que tenía su teléfono.
La coagulosa se alió con Tangrasell. Lo sé porque cuando la corrí de mi casa, se lo dijo al Kakas, que él estaba ahí: que iba a buscar a Tangrasell para exponerlo.